Gallocanta: parada y fonda

Los espacios naturales no tienen que ser enormes para constituir un tesoro para el ecosistema del planeta tierra. Ahí tenemos a la laguna de Gallocanta, un humedal con una superficie de 14 km2 que constituye el hábitat temporal o permanente de muchas aves como las alondras, las calandrias, los patos buceadores, las fochas o las grullas. Por algo es una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

En este ecosistema se pueden encontrar distintas especies de aves que se distribuyen en las diferentes zonas: llanura, márgenes, carrizales y aguas poco profundas y profundas.

El espectáculo en época de migraciones no tiene precio.

Para conocerla a fondo, además de visitarla, podéis acceder a:

http://www.gallocanta.org/laguna_int.htm

Begoña Pérez Llano


Publicado

por

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.