Ya tenemos otro gran ejemplo de la adaptación de la vida a las condiciones más extremas.
Se han hallado 4 nuevas especies de invertebrados artrópodos. Son Colémbolos, parientes de los escarabajos (insectos), las arañas (arácnidos) y los cangrejos (crustáceos) que se han adaptado a vivir en la cueva terrestre más profunda encontrada hasta el momento.
Con más de 2 km de profundidad, en esta acogedora cueva la falta de luz y la escasez de comida son los retos a superar.
Modificando la morfología de sus organismos y sus hábitos alimentarios para aprovechar la cubierta de hongos de la cueva, las 4 especies encontradas entre las que se encuentra el Plutomurus han conseguido superar la prueba.
Quién diría que a tanta profundidad iban a existir oportunidades para la biodiversidad?
Begoña Pérez Llano
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